La mirada estuvo puesta en la H Suprema Corte de Justicia de la Nación, gran expectativa causó la renovación de su Presidencia, ante el enorme escandalo suscitado por las revelaciones de Guillermo Sheridan, con relación a la seria acusación de plagio atribuido a la Ministra Yazmin Esquivel, respecto a su tesis para obtener el titulo de Licenciada en Derecho, abriendo todo un abanico de especulaciones, al ser considerada una fuerte aspirante a ocupar el cargo.
Un fuerte rumor que rondaba en el ambiente consistía en que contaba con las simpatías del Titular del Ejecutivo, quien dio pauta a robustecer las suspicacias, al abordar el tema en sus mañaneras, prácticamente dando su apoyo a la cuestionada Ministra, con evidente presión a sus colegas para favorecerla, la conducta injerencista a todas luces fue pública, desaseada e irrespetuosa.
Tales acontecimientos sirvieron para catapultar la fundada molestia en importantes segmentos de la opinión pública, más aún cuando se utilizó a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, para exculpar a la Ministra acusada de plagio, lo que levantó ámpulas.
Por supuesto, la duda, el sospechosismo y la desconfianza sobre la capacidad de los Ministros de mostrar la autonomía e independencia de la institución permeo rápidamente en la colectividad, actualizando una estela nebulosa que impedía ver con claridad posiciones en defensa de la institución.
En sentido contrario, las señales de la Ministra cuestionada al continuar en la contienda mostraban una obcecada actitud de revancha, su postura puso en riesgo la credibilidad del Poder Judicial de la Federación, lo adecuado era separarse, aunque fuera temporalmente del cargo mientras se hacían las indagatorias, pues era obvio que su plumaje se había enlodado y aun así persistió en su afán poniendo en entredicho a las instituciones.
Sin embargo, la Corte resistió la embestida, la elección de la nueva Presidente Ministra Norma Lucia Piña Hernandez, vino a disipar las dudas y a poner calma, se inició el año con una buena decisión, la postulación de la Ministra Yazmin, solo obtuvo un voto en la segunda ronda (seguramente el de ella).
No obstante, las cosas no deben quedarse únicamente ahí, pues otra institución envuelta en el asunto es la UNAM, a quien le corresponde determinar lo propio, ya que han surgido hipótesis de posible conflagración entre algunos de sus académicos, producto de haber quedado plenamente demostrado la existencia de cuando menos un trabajo plagiado.
La cuestión de fondo se torna más compleja de lo que en la superficie se aprecia, la manipulación de las instituciones, la trampa y la impunidad, donde participan personas que ocupan altos cargos, es un lastre que venimos arrastrando desde hace tiempo, siendo en esta administración uno de los aspectos sobresalientes que contrasta con el discurso oficial, los escándalos en la materia son el pan de cada día, donde se justifica la ilegalidad con la lealtad, aplicando la celebre frase de “no me vengan con que la ley es la ley”.
