¿Quiénes están detrás de la hueviza del 5 de agosto contra Sergio Serrano?
Profesor Felipe de Jesús Cervantes Pérez
“No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague” reza el refrán.
Aplica ahora para Sergio Serrano Soriano y su grupo.
Su acercamiento al partido se dio cuando le fue ofrecida la candidatura a gobernador en 2015.
Como candidato se mostró sencillo y abierto a las opiniones de su entorno. Su frase inicial en cada discurso de campaña no era la más indicada: “no sé qué estoy haciendo aquí” decía para empezar.
Días antes del proceso en que fue electo presidente del partido me visitaron en mi casa los jóvenes Guillermo Morales y mi hijo Elí César Cervantes; ambos tuvieron gran cercanía en la campaña de 2015 cuando el segundo fue candidato a diputado federal y Guillermo le acompañó todo el trayecto.
El motivo de su visita era para pedir mi opinión porque pensaban que Elí César podría buscar la presidencia del partido a pesar que no contaba con la simpatía de Gabino Morales, entonces presidente de morena.
Mi opinión fue que no le convenía pues era quien se encargaba la mayor parte del tiempo de atender a sus hijas ya que la madre de ellas tenía un horario muy irregular en su trabajo como maestra de secundaria. Sumado a lo anterior, le decía que como maestro frente a grupo le sería difícil cumplir a cabalidad con un cargo partidista de esa envergadura ya que le exigiría atender la organización del partido, la presencia en ruedas de prensa y en reuniones de trabajo tanto locales como nacionales.
Les manifesté que yo creía que Sergio Serrano sería elegido para ese cargo. “Pero él no está afiliado a Morena, fue candidato externo” me decía Elí; ya se afiliará, respondía; “pero él no ha dicho que quiera participar”, abundaba Elí”; ya lo dirá, contestaba.
Basaba mi opinión en que el más conocido en todos los municipios era Sergio por su reciente campaña buscando la gubernatura y creía que, a pesar de no haber sido buen candidato, podría organizar mejor al partido por ser empresario y saber de manejo de personal.
Como les dije pasó.Elí César no buscó la presidencia y quedó como Secretario de Organización, Consejero estatal y nacional, en tanto Sergio quedó como Presidente.Confieso que me equivoqué: igual que cuando candidato, Sergio tampoco supo qué estaba haciendo allí.
En el cargo mostró un talante faccioso y faltó a sus declaraciones de ese octubre del 2015 cuando fue electo asegurando que su propósito era trabajar en las estructuras del partido para llegar fortalecidos a la campaña del 2018.
Pero se encerró en su grupo y cerró filas con Gabino Morales, recién nombrado Enlace Nacional, y con María Luisa Veloz en su carácter de Presidente del Consejo Estatal.
El triunvirato de Gabino, Sergio y María Luisa sepultó cualquier crecimiento institucional.
El carácter pendenciero de Gabino propició el rompimiento cuando pretendió extender sus conocidos abusos contra Sarahí Esquivel y Paloma Aguilar, dos activistas cercanas a Sergio y la primera de ellas hija de la presidente consejera.
El nombramiento de Gabino como Coordinador de Programas Integrales para el Desarrollo y el respaldo público del propio AMLO dejó en desventaja a Sergio y a María Luisa; la alianza de facto con Ricardo Gallardo Cardona terminó por sepultarlos.
La despedida de Sergio y María Luisa es el colofón a su desempeño gris y alejado de las bases.El marco de la disputa por la presidencia de la República, cuando los aspirantes buscan posicionarse, da a Sergio la posibilidad de retirarse con algo de dignidad.
Ya se le había doblegado para respaldar de dientes para afuera a Mónica Liliana y a Xavier Nava y el desaseado proceso para elegir a 70 consejeros y al próximo Comité Estatal le da esa oportunidad. Sin embargo, no puede capitalizar las inconformidades en la base morenista porque se cosecha lo que se siembra y él no sembró.
La resistencia nacional corre por cuenta de la llamada Convención Nacional impulsada por John Ackerman que hace pocos días resolvió el repudio total a las prácticas de compra y coacción del voto, acarreo, condicionamiento de programas sociales, amiguismo, nepotismo, y fraude electoral que tuvieron lugar durante las asambleas del pasado 30 y 31 de julio y la nulidad de las mismas.
El ”no somos iguales” enarbolado por el partido quedó hecho trizas y 90 millones de ciudadanos votantes vimos como una minoría de casi tres millones arrastraba por el suelo la lucha y la esperanza de un pueblo.
A Sergio Serrano, acompañado de a lo mucho una veintena de militantes, lo único que le queda es la denuncia pública. Nada más. Pasa a la historia local como alguien que cuando pudo no quiso y cuando quiso no pudo.Por eso no se entiende el motivo por el que el pasado 5 de agosto un grupo de provocadores irrumpieron en la rueda de prensa convocada por Sergio Serrano donde se hacía público el rechazo al proceso interno.
¿Qué ganaban los provocadores si Sergio Serrano solo ejercía el derecho del ahorcado, que es el del pataleo sin mayor trascendencia?
Su rueda de prensa a estas alturas del partido resultaba irrelevante y hubiera quedado en el terreno de lo anecdótico.Habrá qué revisar entonces los perfiles de quienes llegaron con cartulinas que pusieron en evidencia el pobrísimo nivel de quienes las portaban; “la calidad de la melcocha” pues, para regocijo de los malquerientes de la 4T.
“CHINGA TU MADRE Sergio Serrano Maldito corrupto”, en primer plano, seguido de otras que esperaban: “Llevan años haciéndose ¡PENDEJOS! Dejen que el pueblo se organice” o bien: Sergio Marrano Secuestró MORENA #MORENAESDELPueblo”.
Pero el grupo de Sergio se creció al castigo y emparejó la cancha con gritos y cartulinas hechas al vapor donde acusaban a Gabino Morales de estar detrás de quienes llegaron a protestar contra los que a su vez protestaban.
La resistencia de quienes acompañaban a Sergio opacó por momentos a sus agresores siendo esto evidencia que muchos de ellos eran acarreados y la rabia creciente orilló a los acompañantes de Angélica Mendoza Camacho a arrojar dos huevazos contra Sergio con tan mala puntería que no le dieron pero sí atinaron a dos reporteros que cubrían el desaguisado.
La mala puntería al lanzar huevos es nada contra la mala puntería en una provocación que sólo terminó por dañar al partido del que ambos bandos se presumen ser los referentes legítimos.
Como no hay explicación lógica del acto hacia afuera, debe haberla hacia adentro.Haiga sido como haiga sido hay 70 consejeros electos de donde saldrán 10 para consejeros nacionales y al menos 13 para integrar al Comité Ejecutivo Estatal.
Ya cooptado el Consejo por una amplia mayoría de gallardistas y gabinistas, la acción debe entonces circunscribirse en los tironeos internos y buscar escaparates para lograr posiciones.
He manifestado mi idea de que la Presidencia del Comité está reservada para Rita Ozalia Rodríguez, hermana de la poderosa Rosa Icela, en tanto la Secretaría de Organización sería para Mario Alberto Godoy, hermano de la Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México Ernestina Godoy; la Secretaría General sería para el agabinado Guillermo Morales y la de Finanzas para Carmen Quiroz, hoy cercana de Rita Ozalia.
Como presidente del Consejo deberá ser un hombre por asuntos de equidad.He asumido que entre Rosa Icela y Ernestina Godoy no hay problema alguno pues ambas son operadoras políticas de Claudia Sheimbaum, la beneficiaria final del atropello a miles y miles de morenistas en las cuestionadas asambleas.
Por ello me llama la atención que entre los agresores contra Sergio Serrano se encontrara una persona que colabora con Mario Alberto Godoy de nombre Martha Imelda Chow Cerino, ex colaboradora del Panal y con “historia” en el sector educativo. El perfil de esta atacante cartulinesca no da para explicar su presencia en este acto a no ser que fuera enviada junto con otras personas a agredir a Sergio Serrano por órdenes de Mario Alberto Godoy, mismo que debe estar detrás de los ataques de familiares de la propia Chow Cerino contra otros personajes de la 4T en San Luis Potosí.
Si Mario Alberto lanzó la piedra y escondió la mano, Angélica Mendoza llegó a lanzar huevos sin esconderse en un claro intento, muy burdo por cierto, de posicionarse para la elección de Comité este fin de semana.Mario Alberto Godoy y Angélica Mendoza remueven las aguas morenistas ya de por sí turbias… y no debe ser de gratis.Estamos a poco rato de saber si hay acuerdos o no entre las facciones locales que respaldan a Claudia Sheimbaum.
No todo está escrito.