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viernes, noviembre 22, 2024

HOME ALONE

“Home alone” es un clásico de la temporada navideña, con una fórmula de comedia que ha sido superada por el tiempo, pero que se mantiene vigente por un factor emocional imprescriptible, que es el vínculo familiar, y que hace sentir al espectador como si todavía viviera en los años noventa.

La fórmula de “Mi pobre angelito” como se conoció en México a esta película, y su secuela “Mi pobre Angelito perdido en Nueva York”, se sustentó en una situación sui generis, en la que un menor de edad enfrenta a dos delincuentes mediante una secuencia de trampas domésticas improvisadas, que al ser ejecutadas solían producir risas y carcajadas en ese público noventero.

No hay mucho qué decir de la película ni del protagonista, sin embargo, es interesante pensar en cuáles fueron los hechos que desencadenaron la divertida y extraordinaria historia, y fuera de la anécdota, ubicarlos en alguna otra situación cotidiana, más cercana a la vida real.

En primer lugar, debemos tomar en cuenta que, para asumir responsablemente cualquier compromiso (profesional, académico, social) es necesario contar con una planificación bien elaborada, que considere todos los factores que giran alrededor del mencionado compromiso.

Aunque muchos se limitan a la ley de la espontaneidad, porque en su concepto nada resulta como lo planeaste, lo cierto es que la improvisación es la principal causante de los momentos atropellados, de los extravíos, de los malos entendidos, de los proyectos inconclusos.

En segundo lugar, debemos tomar en cuenta que, para el buen desahogo de cualquier actividad, es necesario el registro y verificación del respectivo avance, que, de forma gradual, permita decidir si es viable continuar, o suspender, o retroceder. Aunque muchos optan por dejarlo todo en manos del destino, porque en su concepto lo que tiene qué suceder de todos modos tendrá que suceder, lo cierto es que la informalidad es la principal causante de los desatinos, de las imprecisiones, de los absurdos, de los proyectos fallidos.

En tercer lugar, debemos tomar en cuenta que, para el cumplimiento exitoso de cualquier meta, es necesario aprender a delegar en la proporción y en la persona indicada, que garantice que toda diligencia será oportunamente concretada y que cualquier incidencia se resolverá en su justa dimensión.

Aunque muchos se inclinan y se obsesionan por ocupar todos los lugares de una determinada estructura, porque creen ciegamente que para que todo salga bien tienen que hacerlo ellos mismos, lo cierto es que delegar es parte fundamental del trabajo en equipo, y tiene como ventajas mayor rapidez en cumplir el objetivo, menor desgaste para cada uno de los integrantes de la estructura, y facilidad para detectar las oportunidades de mejora en el proceso.

Regresando a la película “Home alone”, pudiéramos pensar que a la familia McCallister le faltó planificación, delegación, registro y verificación de las actividades que debían realizar para disfrutar de unas envidiables vacaciones en Europa, ya que fueron rebasados por la numerosa prole, los invitados, la euforia de todos, el desajuste de la precaria tecnología doméstica de aquel entonces, y por supuesto, la falta de liderazgo para tener el control de esas y más particularidades que se presentaron.

Por cierto, aunque se trata de una ficción, es inevitable recordar la pregunta que muchos han formulado: Y si no había líneas telefónicas en el vecindario ¿Cómo pidió Kevin la pizza?

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