Saludamos a nuestra apreciada audiencia el día de hoy para comentar algunas novedades. No en orden de importación, pero en primer lugar, hemos sido testigos del ánimo, el apoyo y el jolgorio de estos festejos gubernamentales de Navidad y Año Nuevo con las luces del Centro Histórico, los eventos, y sobre todo con los conciertos magnánimos, el obsequio de juguetes, cobijas despensas y el aparente ánimo levantado en cierto sector popular de la población potosina.
Sin embargo, efectivamente atestiguamos el intento de mejorar los ánimos de un San Luis Potosí, ese SLP de crisis económica y, por supuesto, anímica, con las celebraciones y adornos a los que esta época decembrina nos tienen acostumbrados. En las calles del centro de algunos municipios y la capital podemos ver luces, árboles de navidad, y demás parafernalia, eventos, actividades y conciertos, que si bien es cierto que contribuyen a aumentar la psicología social, no parece ser lo más necesario ante la variante de covid aún desconocida en cuanto a su peligrosidad, y tampoco tan oportuno ante la crisis laboral que se sufre en todos municipios, estados y hasta países del mundo, pues por más que nos pueda llenar de alegría tomarnos una foto en el árbol más grande de Latinoamérica, o lo que fue por un par de días el mayor atractivo de la capital, no puede llenar los platos de quienes perdieron sus empleos o sus negocios, de igual manera a los que viven la navidad en las montañas y más alejadas del Estado y municipios en mención. Por lo pronto, se está vacunando SLP por una tercera dosis, aunque quizá no sea la inmunidad total a adultos mayores, que en un primer bloque ya es un aliciente.
En otros asuntos, el contexto político de San Luis se encuentra cambiando de manera radical a lo que se nos tenía acostumbrados, entre priístas de hueso colorado migrando a partidos jóvenes y aún débiles, pero con potencial y nuevas dirigencias nunca antes vistas, pues contrasta que una mujer esté a cargo de un PAN conocido por ser mayormente «conservador» y excluyente en sus días más recientes. Pero así es la cosa en México, los partidos sólo son un medio para mantener a la familia de los que siempre han estado al mando, la política se mantiene lejos de la teoría, que nos dice que deben existir representaciones de determinadas esferas, de ciertos intereses.
Entonces, ¿Por qué un partido que dice ser ciudadano acepta en sus filas al diputado con 36 años de carrera en el PRI?, ¿Por qué en MORENA se elige como candidata a la gubernatura a una persona fiel al PRI y a nivel municipal a un ex edil del PAN? La respuesta está en la visión maquiavélica de una política efectivista, enfocada en resultados y no en medios.
Terminamos con la buena relación que tiene el Gobierno Estatal con el Federal, favores por aquí, y favores por allá. Que si te entrego milicia y guardia nacional, y tú me decretas área natural protegida a la Sierra de San Miguelito; así la relación de estos dos personajes políticos que han estado construyendo una apariencia bastante buena, de colaboración y trabajo, de mantener una misma visión. Todo se olvida con tal de concretarse en el poder, de hacer sentir a la gente que existe un verdadero plan de trabajo y avances, porque, al parecer, los políticos buscan crear una imagen, no siempre construir un camino basado en ideales políticos y sociales y, quizá, no interesaría tanta cháchara sino sólo resolver la problemática de años de corrupción y demagogia.
Esa es la dinámica constante en el país, sin embargo, claro que se está haciendo un esfuerzo por parte de los nuevos gobiernos de que las cosas estén mejor y cambien, máxime cuando el Gobernador en turno tiene esa visión empresarial joven y, para ser joven, con bastante callo político y asesoramiento, conjugado con un poder económico y de hecho, es decir un poder político importante, entendido y creíble hasta ahora, asentado, pero construido cuidadosamente desde varios años ya y con varias, esenciales y suficientes herramientas y estrategias, quizá sí, maquiavélicas, pero al buen estilo político tradicional, sólo que renovado de juventud, lives y selfies.
Así las cosas
¡Hasta la próxima!