A solicitud pública y epistolar de parte de Santiago Creel, vicepresidente de la Cámara de Diputados, el titular del Poder Ejecutivo atendiendo la petición, instruyó al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, recibir al legislador y construir dialogo.
La respuesta es singular y poco común, ya que por lo regular a quien le interesa dialogar y tener acercamientos es al Ejecutivo, sin embargo, dentro de su ADN, esa condición no le es fácil de asimilar, así que optó los primeros tres años de su administración por mantener distancia y confrontación.
Ahora que lo pide la oposición, decide abrir las puertas dándose la primera reunión en las oficinas de Bucareli, donde se abordan los temas de la agenda nacional que serán puestos sobre la mesa: reforma eléctrica; combate a la corrupción; seguridad pública y el papel de las fuerzas armadas; la crisis económica y la inflación, rubros que dadas las circunstancias seguramente serán ampliados.
En principio son buenas señales, sentarse a dialogar entre adversarios siempre es sinónimo de política civilizada, oportunidad de entendimiento y posibilidad de avanzar, el cambiar la confrontación por escucharse unos a otros es motivo de satisfacción.
No dejan de existir suspicacias, los agravios y descalificaciones con epítetos irónicos se encuentran latentes, quizás la respuesta de aceptación sobre la propuesta, también se debió al mensaje dado por los gobernadores del PAN, al asistir al evento en el zócalo de la Ciudad de México, mostrando tolerancia y preparando el camino.
Por otra parte, tampoco se deja de lado que la estrategia que le ha funcionado al Presidente es la de confrontación, razón que no encaja en el viraje hacia el dialogo, pues regularmente no cambia sus posturas, es completamente intransigente en esa materia.
También se refleja la ineficacia de sus operadores políticos en las Cámaras, ya que a estos les correspondía la iniciativa, viéndose completamente rebasados e inclusive hasta sorprendidos por haber perdido su papel de interlocución.
Lo cierto es que ya se inició un proceso de dialogo, se han puesto de acuerdo en la temática a tratar siendo la sustancia, el siguiente paso es darle método, definir tiempos y definir las características o elementos conclusivos, para evitar que sea infructuoso, una pérdida de tiempo o peor, un pretexto distractor.
Cabe agregar que el ejercicio según lo declarado por el Secretario de Gobernación, se llevará a cabo en lo particular con cada Partido Político, lo cual en principio tiene sentido, pues los institutos políticos en lo individual tienen sus propios asuntos, sin embargo, ello no acontece cuando la agenda es común.
Ello implica la formación de grupos o mesas de trabajo plurales, además, que una buena parte de la agenda legislativa, en vista de la carencia de debate y dialogo en Diputados, se traslada a Gobernación, sede donde presumiblemente cuenta con facultades y voluntad para dirimir los asuntos.