“El Mijis”, antítesis del político tradicional; su muerte, controversial.
La irrupción de Pedro César Carrizales Becerra, mejor conocido como «El Mijis», en la escena política del Estado, dio mucho de qué hablar en los medios nacionales y ofreció una visión distinta de lo que es una elección democrática en nuestro país, ya que en ellas priva la manipulación de los políticos tradicionales que llegan a los cargos públicos de elección valiéndose de dádivas, engaños, promesas imposibles de cumplir y discursos vanos que ilusionan a los votantes que padecen las mayores carencias.
Es en extremo raro que surja un individuo -hombre o mujer-, que logre convencer a la población con su propuesta y genere la simpatía suficiente para ganar una elección sin la dádiva tradicional, solo con la fuerza de su imagen y discurso.
“El Mijis” nació en el seno de una familia humilde y disfuncional, como lo manifestó de viva voz en diversas ocasiones el propio político popular. Su entorno estuvo plagado de violencia, su círculo de influencia fue la “raza” del barrio; vecinos y compañeros de correrías, bailes callejeros y consumo de sustancias prohibidas. Fue siempre polémico y extravagante en su actuar.
Convenció a sus correligionarios primero en esa tierra fértil de políticos discutibles que es Soledad de Graciano Sánchez, éstos a su vez movieron familias enteras en situación de pobreza extrema y lograron lo impensable en la capital: llevar a un verdadero representante de su esfera social al Congreso del Estado de San Luis Potosí. Ese fue “El Mijis”.
Un personaje como él no viaja solo por las carreteras del país; ni una persona común lo hace salvó raras excepciones y si viaja solo, por lo general usa autobús, no va al volante. Circuló en redes sociales hace un par de semanas, que localizaron su vehículo abandonado y hoy su padre afirma que la camioneta calcinada no es en la que viajaba su hijo.
En este caso, hay muchas interrogantes que las autoridades deberán aclarar; ¿viajaba solo o acompañado?, ¿qué sabe su familia sobre eso y sobre el motivo de su viaje?, ¿le practicaron la necropsia de ley o no? Y si fue así, ¿qué resultados arrojó?
¿Qué peritajes existen de la policía vial o tránsito pertenecientes a la jurisdicción donde ocurrió el supuesto percance?, ¿la causa fue exceso de velocidad o falla mecánica?, ¿qué objetos encontraron en el vehículo?, ¿viajaba bajo la influencia del alcohol o de alguna sustancia prohibida? o bien, ¿fue víctima de la delincuencia que agobia a la región norte del país?
Las autoridades tanto de Tamaulipas como de San Luis Potosí, deben una explicación amplia de los hechos y las pesquisas que llevaron a cabo; un incidente de esa naturaleza sufrido por un personaje como “El Mijis”, no puede quedar en un simple “fue un accidente” sin más aclaraciones.
En casos como este la presión social es un real CONTRAPESO para llegar a la verdad. En tanto, vaya desde este espacio, mi más sentido pésame y solidaridad con la familia y amigos de “El Mijis”, que descanse en paz.
