En un ejercicio inédito a nivel nacional y Latinoamericano, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), por medio de la Defensoría de los Derechos Universitarios en colaboración con la organización Rise Up/Levantemos México, convocó a un grupo de especialistas en género, masculinidades, políticas institucionales y derechos humanos para diseñar instrumentos cualitativos y cuantitativos para el Diagnóstico de Violencia en Espacios Universitarios.
El documento que se presentó en el Edificio Central de la UASLP, plasma con transparencia y claridad a la sociedad, en especial a las mujeres universitarias, la situación de violencia que se ha vivido históricamente en la Máxima Casa de Estudios Potosina.
Es el trabajo de un año, tiempo en el cual se recopilaron las voces de las mujeres que forman parte de la institución, a fin conocer sus experiencias frente a la violencia y sus mecanismos de resistencia. Más aún, se trata de un acto que definirá el rumbo y las decisiones institucionales para erradicar la violencia de género en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.
El trabajo, fue coordinado por las doctoras Urenda Queletzú Navarro Sánchez y Carolina Olvera Castillo, con fondos de Rise Up México, contó con un amplio gabinete de trabajo conformado por investigadoras, estudiantes que pertenecen a las colectivas, y expertas y expertos en los temas de género, masculinidades e inclusión.
Este diagnóstico más que un estudio, es un llamado de atención a la comunidad universitaria, sobre todo, a las autoridades de la misma, que tienen la obligación constitucional de garantizar, promover y respetar los derechos humanos de la comunidad y principalmente de las mujeres.
Conmovida, la doctora Urenda Queletzú Navarro Sánchez, agradeció el trabajo y el esfuerzo de cada participante en este ambicioso ejercicio que calificó como el inicio del reconocimiento de una universidad que ha violentado y que tiene un adeudo con las mujeres. Destacó que durante su declaratoria como feminista fue violentada, apartada, segregada por las propias autoridades universitarias y que fue el rector Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra el que le confió cambiar el rumbo de la institución a fin de que sea la primera en erradicar la violencia por cuestión de género en sus espacios.
Sentenció que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí no volverá a contar con el silencio de las mujeres universitarias y que cada mujer y hombre que han participado en el diagnóstico lo tiene “como una causa de lucha, una causa de existencia, una causa de reto, una causa que atraviesa el cuerpo que hemos puesto y lo seguiremos teniendo. Visibilizar una violencia que ha coartado proyectos de vida, la violencia que ha dejado una huella impune; porque esta institución ha producido sistemáticamente esta violencia”.
En el evento estuvieron presentes participantes del proyecto, colectivos feministas, defensores de derechos humanos, activistas, docentes y estudiantes, mismos que fueron testigos de que “la actual gestión ha decidido romper ese pacto de silencio, de complicidad”, sentenció la Defensora de los Derechos Universitarios, Urenda Queletzú Navarro Sánchez.