Guillermo Arriaga, escritor y cineasta con trayectoria mundial, comparte vivencias en el Festival Internacional San Luis en Primavera.
El novelista y productor detalló su fórmula de crear mediante la improvisación y señaló que «Amores Perros» tiene adn potosino.
Este gran creativo mexicano también es guionista de películas aclamadas en el mundo como “Babel” y “21 Gramos”, entre otras, además resaltó su novela «Extrañas».
El Festival Internacional San Luis en Primavera recibió a Guillermo Arriaga, escritor, guionista y cineasta mexicano con proyección mundial, quien en un conversatorio abierto al público, compartió no sólo sus experiencias de éxito, sino los esfuerzos y la tenacidad empeñada para alcanzar el lugar que hoy tiene en la literatura y el cine.
Sencillo y hasta bromista, narró el proceso creativo tanto para sus obras literarias y para las que finalmente terminaron en un film, «sólo depende de cómo se quiere contar una historia». Y en cuanto a su proceso creativo, reveló que surge de la cotidianidad, sin ser su autobiografía.
Asombró al público al decir que conoce muy bien San Luis y de su descendencia potosina, además contó su experiencia en una carretera del estado donde luego de la caída libre en el coche hacia un barranco, resultó con fracturas, pidió auxilio luego de caminar hasta Tamasopo y de ahí viajó a Ciudad de México, de ahí sus episodios de amnesia y luego de obsesionarse con qué sucedió antes, durante y después… «y de ahí surgió la estructura de Amores Perros, por lo que sin lugar a dudas tiene adn potosino».
El también guionista de películas de renombre como “21 Gramos” con varios premios en diversas categorías en el Festival Internacional de Cine de Venecia y de “Babel” que ganó como mejor película – Drama en los Globos de Oro de 2006 y también la Rosa de Sant Jordi a la mejor película extranjera, además de que ambas películas tuvieron varias nominaciones al Oscar, relató que cuando escribe novelas le dejan varios kilos encima y describió su último libro: «Extrañas» y sus personajes, entre los que resaltan un heredero que decide cambiar su rumbo de vida para atender a gente olvidada o marginada del siglo XVIII en Inglaterra. «De esta manera, busco la empatía con personas distintas».
Asistentes de todas las edades al conversatorio interactuaron con Guillermo Arriaga en el Centro Cultural Universitario Caja Real, donde remarcó que no tiene una obra que sea más importante que otra. Y ante la pregunta del Síndrome de la hoja en blanco, consideró que no hay bloqueo del escritor, sino cada quien tiene un proceso y una velocidad distinta e invitó a la asistencia a ocupar sus manos para crear algo, porque sí hay ansia por descubrir gente con talento, trabajo, rigor y empuje.
Guillermo Arriaga que lleva el nombre de México, a diversos países, a través de sus creaciones, ya sean escritas o proyectadas en la pantalla grande, acompañado de otro escritor, Sergio Avilés; destacó que este Festival sea incluyente y utilice intérpretes de Lengua de Señas Mexicana, ya que también apoyan a población con discapacidad con proyectos sociales en varias partes del país. Asimismo, Sergio Avilés contó la manera de trabajar con Arriaga a quien comparó con el escultor Miguel Ángel que antes de iniciar su escultura, piensa, luego inicia el proceso de esculpir hasta terminar su obra, proceso de creación que en el caso del escritor, «sus herramientas son las 23 letras del abecedario y también, incluyendo los números con combinaciones infinitas».
Finalmente, reafirmó la importancia de que las autoridades y gobiernos apoyen la cultura al relatar su experiencia en Brasil, donde una persona que vivía en una de las favelas, le hizo ver la importancia de incentivar la creatividad ya que le comentó que por cada biblioteca que se había abierto en esas zonas había disminuido los índices de delincuencia. Y después por eso, apoyó la apertura de bibliotecas en ese país, «de ahí, la relevancia de la cultura porque da identidad y da otras oportunidades de vida».
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