22.3 C
San Luis Potosí
viernes, noviembre 22, 2024

TODAS LAS PECAS DEL MUNDO

Actualmente, puedes ver en la comodidad y calidez de tu hogar, a través del servicio de streaming, una película capaz de remover fibras sensibles de quienes vivieron su adolescencia en los noventa, recuerdos baneados por los compromisos y responsabilidades propias de un adulto, sentimientos sepultados por el trabajo extremo, los créditos impagables y las hipotecas eternas que caracterizan la agitada vida de un millennial, me refiero por supuesto, a aquellos chicos que apenas cursaban la secundaria cuando se vivió intensamente el mundial de futbol en 1994, con una selección que prometía en el ánimo popular de los mexicanos la mejor de las expectativas.

Esta película se titula “Todas las pecas del mundo”, y uno de sus aspectos interesantes tiene que ver con la indiferencia del personaje central hacia el medio futbolero, con su postura ensimismada, con su lejanía con el evento internacional que captaba la atención, el tiempo, el interés de la multitud. Tiene que ver con un momento crucial en el que todo alrededor es irrelevante, imperceptible, tal vez inexistente en la mente de este muchacho, quien ha centrado su mirada en la belleza, en el encanto, en la pureza e ingenuidad del amor de adolescencia.

En esta historia se coloca el mayor peso del éxito cinematográfico en el talento de actores muy jóvenes, quienes aciertan a interpretar sus personajes con mucho apego a la realidad de aquel entonces, recreando las particularidades de cualquier secundaria urbana, y quienes se muestran con perfiles perfectamente delineados, verosímiles y fieles a la dinámica de los chavos noventeros, y con el plus de reconstruir cuidadosamente generalidades y detalles que te permiten transportarte a ese momento, que para esta generación, debe considerarse como una época dorada, como una etapa de la vida que no regresará, que no se repetirá, pero que tampoco será olvidada.

Con esta historia deben sentirse identificados los estudiantes, que, por causas ajenas a su voluntad, llegaban como estudiantes de nuevo ingreso a mitad del curso escolar, aquellos chicos y chicas que tenían que enfrentar con frecuencia la experiencia de ser el nuevo o la nueva de la clase. Estoy hablando de esa curva en la que un estudiante identificado como “nuevo”, se adapta a nuevas circunstancias, nuevas autoridades, nuevos amigos y amigas, nuevos gustos, nuevos retos, y nuevas experiencias. 

También deben sentirse identificados aquellos compañeros que en un ambiente estudiantil tuvieron que sobrellevar situaciones con miedo y con curiosidad, exploraron lo desconocido, cometieron errores, realizaron locuras, y se arriesgaron hasta el tuétano por una sonrisa bonita. Aquellos chicos y chicas que, al margen del deporte más popular, tenían interés en los ritmos musicales de la temporada, que descubrían su sexualidad, que experimentaban el vaivén de las emociones y la intensidad de las relaciones interpersonales.

En la producción de esta entretenida y divertida película, destaca el cuidado que se tuvo al momento de plantear el entorno y características de los pequeños compañeros del personaje central, ya que, de no haberse esmerado en este punto, algún tema o alguna participación de los mismos, pudiera resultar ofensivo para el espectador, pudiera desvirtuar el toque nostálgico de la historia, o pudiera empañar el contenido romántico que envuelve a un pequeño que recorre el camino para encontrar “Todas la pecas del mundo”.

Te puede interesar

ültimas noticias