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viernes, noviembre 22, 2024

EXPERIENCIAS, VIVENCIAS, REFLEXIONES Y COMENTARIOS

RIESGOS

“El que no corre riesgos ni afrenta problemas en la vida, no aprende nada y ni siquiera experiencias son sus legados”

He comentado en mis colaboraciones anteriores, que en las actividades que realice desde el año de 1970, corrí múltiples riesgos que pusieron en peligro no solo mi vida, sino también la de mi familia, que estuvo presente en todas las regiones en que fui comisionado. Pues era común adquirir enemigos cada día, por la naturaleza de las funciones que realizábamos o por reflejar las facultades que teníamos para el desempeño de nuestro trabajo. Por ejemplo: algunos elementos sobre todo en Dependencias como Aduanas o áreas de SEDENA, Por el simple hecho de pedirles su credencia oficial y preguntarles que hacían, se sentían agredidos y contestaban: “A usted que le importa. A esos elementos había que buscarles el punto débil para bajarles los humos.

He de comentar para ustedes apreciables lectores, situaciones difíciles que me tocó vivir.

BARCOS DE LA ARMADA DE MÉXICO

En todas las dependencias de gobierno y en la iniciativa privada, es común, que el ultimo dio de trabajo en el mes de diciembre de cada año, se haga un brindis y se reúna todo el personal a convivir, a darse abrazos y parabienes, pero sobre, todo para estar feliz, conviviendo y deseándose lo mejor para esos tiempos de navidad y año nuevo.

En nuestro caso, todos los 16 Inspectores de la Séptima Delegación de Vigilancia de Fondos y Valores comisionados en la zona, más el personal administrativo y nuestro Jefe que era el Delegado, iniciamos el convivio, llenándose copas de espumosa Sidra o de vinos generosos y corrieron entre todos los deliciosos bocadillos que se habían preparado. A todos nos tocó hablar y yo en lo personal dije algunos párrafos del “Brindis del bohemio, que declamaba yo en mi juventud y cada que había oportunidad de hacerlo, sobre todo para “que no se me olvidara”.

Ya para terminar aquella reunión, nos dijo el Delegado a todos los Inspectores presentes que pasáramos a su despacho y estando ahí, tomo 16 palillos de dientes y descabezo 8, metiéndolos todos en un vaso de piel que sirve para jugar cubilete. Acto seguido nos dijo a cada uno, que sacáramos un palillo. A mí me tocó una mitad y con gusto, creyendo que se trataba de una rifa de botellas de buenos vinos que le regalaban, funcionarios barberos que lo iban a visitar, dije: A mí deme aquella botella de “Génesis”. Sonriendo en forma sarcástica, nuestro Jefe dijo: Ustedes Señores, a quienes les toco la mitad del palillo, deberán estar presentes el día 28 de diciembre a las 8.00 de la mañana en estas oficinas.

A mí me sorprendió aquel hecho y dije; Oiga Sr. Mercado, como broma está a toda madre, pues ese día es el “día de los inocentes”. Con brusca seriedad me dijo: Usted por habliche deberá estar el día 26, que era sábado y yo entre mí, me dije: “Ya me la partieron”

El día 25 de diciembre, desde temprana hora me fui a la Central Camionera antigua y no encontré boleto en ninguna línea de primera. No tuve más remedio que irme parado en un “Flecha Amarilla” hasta la Cd. de México, en donde tuve el mismo problema, pues en los transportes “A.D.O.” que cubren toda aquella región, había boletos pero hasta después de año nuevo.

No tuve más remedio que irme a la terminal de los Autobuses Unidos, que corren también para aquella zona. Viaje parado todo el recorrido, pero una maestra salió en mi apoyo, pues me permitía descansar cierto tiempo en la codera de su asiento que estaba junto al pasillo. En Córdova Ver., se bajó y yo pude sentarme hasta llegar a Veracruz al filo de las 6.00 de la mañana.

En el hotel le pedí al encargado que me despertara las 8.00 de la mañana, pues pretendía descansar un poco. Me eche un baño y a las 9 de la mañana estaba abriendo la puerta de la Delegación que se encontraba en el 7º. Piso. Ya estaba ahí una Secretaria y un intendente y me preguntaban que qué íbamos hacer y por mi parte les dije; no sé nada, hay que esperar.  A las 11.00 de la mañana sonó el teléfono y yo conteste. Del otro lado, me hablaron por mi nombre. Sr Inspector, que bueno que está usted ahí, porque demuestra la seriedad que se requiere en este tipo de trabajo. Le habla el Subsecretario de Inspección fiscal Enrique Cárdenas González. ¿Cómo paso la navidad?. Casi en camino Señor, le conteste, así es este tipo de trabajo me dijo en respuesta. Yo también después de la cena tuve que venirme. Mire Inspector, dentro de una hora, va a hablar con usted el Contador Roberto Trejo Cabrera que es su Director General, el, le va a dar instrucciones de lo que tenemos que hacer.

Efectivamente, como a la hora hablo este personaje y fue el mismo dialogo. Felicitaciones y bla, bla, bla. Ya entrando en materia me dijo: Van a recibir una serie de mensajes en telegramas confidenciales. Usted distribuye el trabajo entre todos ustedes y formula oficios de comisión para cada inspector. Firmándolos.  Dentro de estos telegramas se contiene información confidencial de la Tesorería de la Federación, sobre todos los créditos que se han otorgado a dichas unidades navales, en donde el Comandante es el responsable de todo lo que se gasta y se paga. También se envía información de la Contaduría Mayor de Hacienda que informa sobre la última cuenta rendida y los saldos que se deben tomar en cuenta.

El caso es:  que por orden del presidente de la República en su primer mes de gobierno –diciembre de 1970- Había dado la orden tajante de “Quitarles el dinero a los Comandantes de Unidades de la Armada de México”, porque cometían muchos abusos en el ejercicio de sus funciones. Por ejemplo: A. los marinos a bordo no les ‘pagaban en los tiempos y forma establecidas. Jineteaban el dinero y les pagaban cuando les daba la gana. Los marinos que eran solteros no tenían mucho problema. Pero los que tenían familia, hijos que mantener, rentas que pagar y gastos de escuela, esos si se las veían muy duro. No falto alguien que aconsejara un grupo de familias y le mandaron una queja Al Presidente de la República, quien en forma tajante ordeno la CLAUSURA DE TODAS LAS PAGADURIAS BORDO

A las 8 de la mañana del día 28 de diciembre de 1970, ya estábamos todos los Inspectores Comisionados en los muelles, esperando la llegada de las Unidades Navales que debían ese día, pues era fin de año y tenían que sujetarse a un calafateo, que no es más que una revisión del casco de la unidad, la cual meten en un dique seco para revisar toda la parte inferior y timones y hélices de la unidad.

Al atracar esta, pedí que me dejaran hablar con el comandante con quien me identifique y le enseñe el Oficio de Comisión. Hiso una mueca, pero no dijo nada. Los Marinos alborotados y gustosos se disponían a bajar por una rampa. Les hablé en voz alta y les dije que esperaran un momento. Oí chiflidos de disgusto. No los voy a entretener mucho. Fórmense como acostumbran aquí en cubierta al pase de lista con su credencial en la mano y yo voy a pasar a saludar a cada uno de ustedes, identificándolos y después de esto pueden bajar a toda prisa inclusive echarse un clavado hacia el lado del mar, si así lo quieren. No porque ahí hay tiburones, contesto una voz. Esta situación era cierta, porque donde entran los barcos debe haber profundidad para que no encallen, además de que los cocineros tiran toda la comida sobrante por la borda.

Una vez que se dieron todas estas situaciones, le solicite al Comandante que fuéramos a las Oficinas del “Detall”. Que era donde se realizaban todas las labores administrativas y financieras. Procediendo con cintas de pegamento a sellar la caja fuerte, cajones de los diferentes escritorios y un arcón que se utilizaba para guardar también dinero. Medidas que no le gustaron mucho al Comandante y tuve que enseñarle nuestra Ley que señalaba todos los procedimientos que se tenían que segur. Conté todo el dinero que se encontró y formule el Arqueo correspondiente, también analice los saldos y movimientos de las dos cuentas bancarias en donde les situaba fondos la Tesorería de la Federación.

Practique el Corte de Primera Operación y hasta ahí todo iba bien.

Pero no se pierda el final de esta historia que es emocionante y que narrare tal como fueron los hechos en mi próxima colaboración, pues siempre he sido veraz en mis cometidos y comentarios y nunca he tenido miedo a las consecuencias. Porque una cosa es cierta, la Administración Pública en todas sus Instancias, está saturada de corruptos y oportunistas que nomás esperan una oportunidad para robar impunemente, porque nunca les sucede nada, Debemos siempre señalar a  estos personajes. Para que el pueblo los identifique.     

NADA MÁS, PERO TAMPOCO NADA MENOS 

Eduardo Zuñiga Sánchez
Eduardo Zuñiga Sánchez
Contador público y auditor por la U.A.P. Cuenta con amplia experiencia en la administración de recursos financieros, humanos y materiales, sobre asesoría, consultoría, análisis y contabilidad general, auditoría financiera y fiscal, se ha desempeñado tanto en el servicio público como en la iniciativa privada y académica.

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